El término música “culta” se refiere a música “académica”, de
“escuela”, música que implique consideraciones estructurales y teóricas
“avanzadas”, así como una tradición musical escrita.
También para referirse a esta música se utilizan términos
como: música “clásica”, música “seria”, “erudita”, “docta”, “artística”,
“formal”, entre otras definiciones.
El término música popular en cambio se lo utiliza para
describir música “ligera”. Se lo ha utilizado para referirse a música
folclórica o tradicional o como término contrapuesto a la música “culta”.
Todo este discurso dentro de la terminología musical me
asusta, a la vez me entristece y preocupa.
Por esta razón hago un llamado a la reflexión sobre la
utilización de estos términos. Expongo mi preocupación sobre este tema tan
importante y aún no resuelto. Pensemos, también, acerca de la responsabilidad
que tenemos al utilizar conceptos cargados de eurocentrismo, con todo el
respeto que todos ustedes profesores y compañeros se merecen.
Debemos reflexionar sobre el uso de definiciones cargadas de
valores negativos, aunque las hayamos utilizado por décadas.
No nos hemos detenido a mejorar, a explicar acepciones llenas
de una “universalidad”. Seguimos usando términos caducos y peligrosos que nos
proveen de supuestas líneas de lo estético, de lo culto, de lo “avanzado”.
Debemos tener cuidado de continuar ensalzando a unas culturas, a ciertas
épocas. Pues, creo que en el siglo XXI, somos conscientes de que, por ejemplo,
el poder económico es el que ha determinado las líneas a seguir dentro de la
historia, dentro de la cultura y del arte.
Hablamos de “culto”, ¿desde qué punto de vista?, ¿desde qué
cultura?, ¿desde qué tradición?, ¿desde qué poder económico?, ¿desde qué punto
de vista de la historia?, ¿desde qué continente?
¿Qué es culto?, ¿qué es inculto?, ¿qué es avanzado?, ¿cuáles
son los parámetros para medir esto?, ¿acaso la cultura occidental solamente?
Cultura occidental de Europa ¿“Central”?.¿De Alemania?, ¿de
Italia?, ¿de Rumania?,¿de Polonia?
Insisto, los valores estéticos, históricos de una determinada
cultura, de una determinada época histórica, de un determinado lugar
geográfico, de una determinada clase social, no pueden volverse la medida de lo
“culto”, de lo “avanzado”, de lo más desarrollado. No se puede comparar
culturas y por ende no se puede comparar la música porque la música es una
expresión particular de un pueblo, de un individuo y tampoco existen criterios absolutos
para determinar la belleza, que es
subjetiva, ni criterios para determinar la esencia de la música que es “universal”.
¿No es mejor decir música “académica”?
Bueno, el uso de cada concepto me lleva a nuevas
controversias, entonces me pregunto:
¿No deberíamos usar términos menos polémicos, buscar o crear
nuevos términos?
Para concluir dejo solo una sana
invitación a la meditación y cito a Pompeyo Pérez Díaz en su artículo: “Una
reflexión sobre el uso del concepto de música culta en la actualidad”, publicado
en la revista española de musicología: (1)
“Este texto pretende reflexionar
sobre el uso actual del término «música culta» aplicado a la música de canon
clásico occidental en un modo que parece dar por supuesto que todas las
manifestaciones adscritas a este canon poseen per se la condición de «alta
cultura», mientras que cualquier propuesta surgida de las consideradas «músicas
populares urbanas» o de una tradición clásica no occidental no puede aspirar a
tal condición. Nuestra reflexión cuestiona tanto este último presupuesto como
el que la música de canon clásico occidental posea en cualquier circunstancia
tal condición. De igual modo, a partir de esta reflexión surge la cuestión
acerca de cómo y de qué manera puede valorarse la faceta «culta» en la expresión
musical.”
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